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Consideraciones Intempestivas

Heterodoxias

La heterodoxia te aísla. Es inevitable. Y entonces sientes la tentación de la ortodoxia. O al menos debería sentirla. Pero no, ni siquiera la siento.

"¿Qué demonios es eso que oyes?" "El opus 31 de Schoenberg" "¿El qué de quién?" ¿Y qué haces, qué dices? Hilvanas confusamente una explicación. Casi es peor. "Dodeca...¿qué?" "Bueno, pero me gustan más otras cosas", casi disculpádote. Mencionas a Berg, Messiaen, Ligeti, Bartok, Xenakis, Shostakovich, Henze, Britten. Te rindes, desanimado. Supongo que su incomprensión antes la música que yo oigo [que no se cómo denominar: "clásica contemporánea" es una contradicción en los términos, "seria" suena estúpido (¿son las otras de broma?) y "vanguardia" o "atonal" no son términos exactos]es paralela a la que yo siento hacia la que oyen ellos [tampoco hay un calificativo que englobe al house, el rock, el hip hop, el techno, el flamenco y todo eso de lo que hablan]. Incluso la gente que oye a Bach, Mozart o Beethoven me pregunta por qué oigo eso "habiendo tanta música clásica buena".

¿Resultado? Un tema menos de conversación. Uno sólo puede hablar de las cosas que tiene en común con otros. Si no, es como si hablarais en idiomas distintos: no hay un diálogo sino dos monólogos paralelos.

Lo peor es que yo ni siquiera soy muy entendido en la música que oigo. No hay semana que no descubra algo nuevo, por ejemplo la sinfonía nº 3 de Gorecki la oí hace apenas una semana en "Radio Clásica" (¿dónde si no? No sabría decir si dan demasiada o muy poca música del siglo XX; es lo que hay), a Schnittke no lo conocía hace un mes. Vamos, un completo ignorante. Pero eso es casi una ventaja: puedo descubrir cosas nuevas sin ideas preconcebidas, con humildad, y a la vez con el entusiasmo que da el gozo inesperado.

No sé si ocurre lo mismo en otras artes. Sólo el cine
es un producto de consumo tan masivo como la música, y lo es bastante menos (uno no puede conducir y ver cine a la vez). No hay una "pintura de masas" que oponer a la pintura del siglo XX. Sí hay una literatura y un cine de masas, pero García Márquez o Coppola consiguen vivir de su arte, así que deben tener su público. Pero nadie parece haber oido jamás a Penderecki. Peor aún: la gente que no lee no se atreve a opinar sobre García Márquez, y nadie osa criticar a Picasso o Duchamp; pese a que muchos en su fuero interno piensen que un urinario no es arte, no quieren quedar como "incultos". Pero todo el mundo oye alguna música todos los días, aunque sea la de los anuncios, y se siente autorizado a descalificar lo que no entienden: "eso es ruido". "Arte degenerado, os falta decir". No, no captan la alusión :-)

En fin, a ver si consigo aficionarme al cine de acción o al fútbol. Por tener algo de qué hablar. No puedo ser heterodoxo en todo...¿o sí? ¿Algún heterodoxo entre el público? Ah, olvidaba que los heterodoxos
no tenemos público.

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